La eliminación de tatuajes con láser puede parecer una tarea compleja ya que hay que tener en cuenta muchos factores. Hay muchas maneras de quitar un tatuaje. Un buen tattoo tipo cover Up es una gran solución que podemos aportarte en Circe Tattoo. Si tu decisión está tomada y lo quieres fuera de tu piel, aquí te enseñaremos desde la técnica de quitarlo con ácido tricloroacético a la fórmula Profade. Pero también hablaremos sobre este proceso de eliminación y trucos y consejos acerca de estas técnicas.
La mayoría de los tatuajes pueden quitarse por completo en unas 15 sesiones. Sin embargo, esto depende de muchos factores y no siempre se utilizará el mismo tratamiento. Para determinar esto se utiliza la escala de Kirby-Desai. Esta técnica se utiliza para eliminar los tatuajes de forma segura y eficaz mediante puntuaciones numéricas según factores como el tipo de piel, la ubicación del tatuaje, los colores, la intensidad de la tinta, las cicatrices, etc.
Después de realizar esta técnica y determinar las sesiones que se harán para eliminar el tatuaje es muy importante conseguir una garantía de que el tatuaje se eliminará correctamente ya que este tratamiento es bastante caro y nadie quiere tirar el dinero ni exponer su piel a algo perjudicial o inútil. Pero, ¿en que consiste este tratamiento? La zona tatuada se expone a la luz del láser y se producen unas pulsaciones que atraviesa la epidermis y la dermis absorbiendo la tinta del tatuaje. Los pigmentos se desprenden formando pequeñas partículas que el sistema inmunológico elimina de forma natural.
¿LA ELIMINACIÓN DE TATUAJES CON LÁSER DUELE ?
La mayoría de las personas que quieren quitarse un tatuaje se suelen hacer esa misma pregunta. Hacerse un tatuaje, como ya hablamos en otras ocasiones, implica un mínimo de dolor según la ubicación que queremos para el tatuaje. La eliminación de tatuajes con láser implica los mismos factores que hacérselo, es decir, la ubicación del mismo. El tipo de dolor, como cuenta la mayoría de las personas que lo han experimentado, es como si tocaran tu piel con algo muy caliente y lo quitaran de inmediato, o como si te dieran golpecitos con una banda elástica.
No obstante, las sesiones no suelen ser muy largas, por lo que la “tortura” suele ser corta. Generalmente la duración de las sesiones depende de la tolerancia que tenga la persona. En algunas clínicas se aplican ungüentos con efecto anestésico e incluso anestesia local y después de las sesiones de eliminación se aplican pomadas antibacterianas para que la zona no se infecte. Después de las sesiones se puede llevar una vida normal y corriente y ducharse pero sin frotar la piel.
En muy pocas ocasiones hay efectos secundarios tras realizarse los tratamientos de láser. Pero en algunos casos puede ocurrir una hiperpigmentación o una hipopigmentación. La hiperpigmentación es cuando en la piel queda algo de coloración. Por lo contrario, la hipopigmentación es cuando se pierde el color natural y normal de la piel del lugar donde se ha realizado este tratamiento. Además, hay un pequeño porcentaje, de un 5%, de que en esa zona queden cicatrices permanentes. Hay que tener en cuenta estos efectos secundarios aunque sean muy poco frecuentes
